¿Qué nos dice la ciencia sobre el entrenamiento abdominal hipopresivo?

Elena Pavía

por Elena Pavía

Hoy analizamos qué dice la ciencia sobre los abdominales hipopresivos. Hay varias preocupaciones clave en la salud de una mujer. Y una de ellas es nuestra salud sexual y la vuelta a nuestras condiciones anteriores despues de un embarazo o despues de una patología la cual haya ocasionado un daño en la zona abdominal, pélvica y perineal.

Durante estos años, la gimnasia abdominal hipopresiva llegó para intentar ayudarnos a mejorar todos estos objetivos, ¿pero su intención ha sido positiva? ¿Es capaz esta técnica de mejorar nuestra salud estética y funcional como muchos prometen? ¿Existen mas beneficios asociados?

Pues bien, este tipo de entrenamiento ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en el contexto de la fisioterapia, la rehabilitación postparto y la mejora del rendimiento físico. 

Uno de los objetivos mas estudiados, es el de reducir la incontinencia urinaria, que tan incómoda resulta, y que tiene una prevalencia de una prevalencia que varía del 30% al 70% , ya sea consecuencia de procesos como un embarazo y parto, por el daño de los tejidos por el paso de la edad, por una actividad hiperpresiva o de impacto recurrente, que desencadena patologías a nivel pelviperineal de como es esta que comentamos.


Figura 1. Ejemplo de micción involuntaria ante una urgencia o un esfuerzo.

Esta patología se ve agravada si se desencadena un prolapso de órganos pélvicos (POP), en la cual, como consecuencia del deterioro de los tejidos que soportan los órganos que contienen el abdomen y pelvis, que caen y descienden o provocan un abultamiento por la vagina. Los órganos a los que nos referimos son la vejiga, el útero y el recto. La prevalencia del POP en mujeres varía del 3% al 50%.   En este caso, los factores de riesgo principales del prolapso son el parto vaginal y la multiparidad, la edad avanzada y el IMC elevado, responsables de una alteración de los sistemas de sostén y suspensión de los órganos pélvicos*2. Los síntomas del POP pueden disminuir gravemente la calidad de vida de las mujeres*1,2, es por ello, que estamos siempre en la búsqueda de herramientas y técnicas que nos ayuden a recuperar nuestros tejidos.


Figura 2. En esta imagen vemos como los diferentes órganos pélvicos, caen y prolapsan por la vagina.

Este contexto, nos da una idea de la importancia de buscar herramientas útiles para tratar este tipo de patologías, y uno de los objetivos por el que nacen los hipopresivos.  

¿De qué se trata el entrenamiento abdominal hipopresivo?

Esta técnica desarrollada por el fisioterapeuta suizo Dr. Marcel Caufriez en los años 90, se basa en la realización de ejercicios respiratorios y posturales que generan una presión intra-abdominal negativa. En definitiva, lo que se busca es reducir la presión interna sobre el abdomen, lo que tendría efectos positivos sobre la musculatura del abdomen y el suelo pélvico, ya que contrarrestaría todo el efecto hiperpresivo de gestos que realizamos en nuestro día a día o durante los entrenamientos, que como ya hemos explicado, serían un factor de riesgo para dicha incontinencia urinaria y prolapso de órganos pélvicos.


Figura 3. Ejemplo de situaciones de la vida diaria en la que podemos someter a nuestra cavidad abdominopélvica y perineal a hiperpresiones, con consecuencias negativas en nuestra esfera perineal, abdominal y pélvica.

Pero ¿qué nos dice la ciencia en estos últimos 10 años sobre el entrenamiento abdominal hipopresivo? 

Descubramos sus bondades y sus perjuicios si los hay y cuál es la mejor manera para sacarle el máximo partido posible.

Evidencia científica en los últimos años de los abdominales hipopresivos

En los últimos diez años, la investigación sobre ello ha avanzado, y aunque todavía existe controversia y se siguen necesitando más estudios, muchos de ellos son bastante consistentes y corroboran los siguientes beneficios.

BENEFICIOS CLAVE

  1. Mejora la función del suelo pélvico:

Varios estudios han sugerido que el entrenamiento abdominal hipopresivo puede mejorar la función del suelo pélvico6, pero según una reciente revisión sistemática del 2024 no es determinante como primera línea de tratamiento.3

Los ejercicios hipopresivos inducen una activación de la musculatura del transverso abdominal y del diafragma, lo que puede mejorar la presión intra-abdominal de manera controlada, que influya de manera indirecta a reducir la presión sobre el suelo pélvico.

  1. Reducción de la presión intra-abdominal:

A diferencia de los ejercicios abdominales convencionales, los hipopresivos pretenden reducir la presión intra-abdominal, lo que puede tener beneficios para las personas con problemas de hernias o disfunciones de la faja abdominal.

  1. Rehabilitación postparto:

Las mujeres que practican ejercicios hipopresivos tras el parto reportan mejoras en la tonicidad de la zona abdominal y del suelo pélvico, lo que ayuda a la recuperación de su función.

  1. Mejora de la postura y la estabilidad central:

Este tipo de entrenamiento también puede tener efectos beneficiosos sobre la postura, ya que ha existe una activación de la musculatura abdominal profunda durante su entrenamiento, lo cual provoca una mejora la estabilidad lumbopélvica. 11;12

  1. Mejora de la capacidad ventilatoria y pulmonar

Recientes estudios, comprobaron una mejora significativa sobre la capacidad ventilatoria, con un tratamiento de 8 semanas de duración, con un mínimo de 3 días semanales, durante 30 minutos de trabajo respiratorio por sesión, realizando apneas espiratorias de 20-30’’ personalizando la duración según la persona que lo realiza. 

Esto se relaciona con una mejora en la calidad de vida, puesto que existe una gran asociación de la alteración de la mecánica ventilatoria con la disfunción del suelo pélvico.

Además, podría ser muy interesante sumar estos grandes beneficios en pacientes con enfermedad obstructiva de las vías respiratorias, al mejorar su capacidad pulmonar y eficiencia respiratoria 5

Esto se respalda fundamentalmente por el fortalecimiento de los músculos respiratorios para mejorar la función pulmonar general. Esta mejora en la función pulmonar puede aliviar los síntomas asociados con enfermedades respiratorias, como la EPOC y el asma, lo que refuerza los posibles beneficios comentados.7;8 


Figura 4. Ejemplo de posiciones de empleadas para realizar el estudio de Herena-Funes, M y Correia de Alencar, C. (2024), con la base del método Low Pressure Fitness

  1. Disminución de la circunferencia abdominal

En los estudios de Wojcik y Machado (2023)9 en el que se estudiaba a mujeres atléticas y no atléticas, así como en una reciente revisión sistemática del 202410, en el que se recogieron los datos de mujeres sanas, se concluye que hay una reducción significativa del perímetro abdominal.

Este ha sido durante mucho tiempo motivo de práctica para muchas personas, y por ello se ha estudiado con detenimiento, teniendo éxito y eficacia, aunque a veces limitada, ya que hay que tener en cuenta que no será nada milagroso sin el cuidado global y salud general de la persona. 

  1. Otros beneficios

Se han observado efectos positivos plausibles sobre la estatura, la corrección y movilidad lumbar, la contracción muscular abdominal, el flujo respiratorio, la apnea, y las respuestas hemodinámicas. 

Para estos últimos beneficios, se necesitaría más estudios debido a los problemas metodológicos encontrados.10

POSIBLES PERJUICIOS

  1. Técnica incorrecta

La técnica es fundamental. Si no se realiza correctamente, existe el riesgo de no obtener los beneficios comentados o incluso de generar tensión en zonas indeseadas.

  1. Contraindicaciones

Las personas con problemas cardíacos, embarazadas, hipertensión o enfermedades respiratorias deben evitar la práctica de estos ejercicios sin la supervisión adecuada, ya que la técnica requiere una respiración controlada y apneas espiratorias.

  1. Falta de evidencia robusta

Aunque algunos estudios apoyan sus beneficios, se necesita más investigación controlada y a largo plazo para confirmar de manera concluyente los efectos sobre la salud, especialmente en cuanto a la prevención o tratamiento de disfunciones del suelo pélvico y la mejora de la estabilidad lumbar.

Conclusiones finales

  • El entrenamiento abdominal hipopresivo no puede indicarse con fiabilidad para el tratamiento del suelo pélvico, a pesar de los resultados relevantes que se indican en algunos estudios3.

En este caso, el entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico combinado con entrenamiento de fuerza sería la primera línea de tratamiento y más eficaz para mejorar la fuerza, el tono del suelo pélvico, así como para reducir síntomas de su disfunción.
Como segunda línea de abordaje complementario sí podríamos incluir el entrenamiento abdominal hipopresivo.

  • El entrenamiento abdominal hipopresivo puede mejorar el control postural y la activación de los músculos profundos del abdomen, pero se recomienda no utilizarlo como herramienta única para poder integrarlo en la vida diaria. Una reeducación abdominal consciente junto con sesiones activas de entrenamiento que impliquen gestos analíticos y globales, presentes en el día a día, es lo que nos daría el mejor resultado.
  • El ejercicio abdominal hipopresivo tiene un impacto significativo positivo en la mejora de capacidad ventilatoria, lo cual se asocia con una mejora de la calidad de vida. Esto nos ofrece una ventana terapéutica para quienes lidian con transtornos respiratorios.5;7;8
  • Como siempre, es importante consultar con profesionales especializados en el área de la salud de la mujer, que comprendan a la perfección el funcionamiento en cada etapa de la vida y sus condiciones como mujer para poder entender, tratar o prevenir dichas disfunciones.

Bibliografía

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