Intervención en personas con dolor persistente. ¿Es el tratamiento con fármacos una buena elección?

por Yermoné Hamparzoumian Marín

El dolor crónico o persistente es una de las principales causas de discapacidad en nuestro país. La sensación de dolor se hace tan desagradable que interfiere con las actividades diarias, metas y objetivos de las personas que lo experimentan, impidiendo el desarrollo de su vida normal. 

Acudir al médico no siempre es una solución a este problema, ya que los profesionales de la salud encuentran una gran dificultad a la hora de tratar pacientes con dolores persistentes inespecíficos, es decir, que no tienen una causa oncológica, lesión u origen determinado. En la búsqueda de una intervención exitosa, estas personas se exponen a un elevado riesgo de sobretratamiento, incesantes pruebas sin resultados y cambios constantes de medicación. Las estadísticas nos dicen que los pacientes con dolor persistente muestran elevados niveles de frustración emocional, enfado y sensación de injusticia hacia los profesionales médicos.

Dado que el dolor no cesa, las personas desarrollan diversas estrategias para afrontarlo. Una misma persona puede emplear una o todas estas estrategias de afrontamiento, según la situación:

La primera forma de afrontarlo es mediante la persistencia excesiva en la tarea. A pesar de las señales de dolor, la persona continúa realizando la actividad. Insistir a toda costa. Puede ser beneficioso para lograr objetivos, pero genera altos niveles de agotamiento y frustración al no ser capaz de alcanzar las metas autoimpuestas.

Otra forma de afrontar el dolor es la adaptación al dolor. Realizando descansos, bajando el ritmo o dividiendo las tareas en tareas más pequeñas y fácilmente alcanzables. Esta estrategia se asocia a un aumento en los niveles de actividad, conservar energía para las actividades importantes y una reducción del dolor.

Por último, cabe destacar  la evitación, bien de las actividades o situaciones que se asocian al dolor o bien la evitación del mismo dolor. Puede parecer lógico confiar en que si no me acuerdo del dolor, no me va a molestar. Así que la persona dedica tiempo y múltiples esfuerzos en tratar de no sentir el dolor. No obstante, se ha podido comprobar que tratar de evitar el dolor tiene efectos contraproducentes: se asocia a un peor funcionamiento físico y mental y a un incremento en las sensaciones de dolor. Es un círculo que se retroalimenta: cuanto más me duele, menos me muevo y cuanto menos me muevo, más dolor siento. Una de las formas de evitar este dolor es mediante el consumo de fármacos.

La creciente tendencia actual indica que el tratamiento de elección en estos casos es el tratamiento farmacológico con opioides, los cuales se usan para una amplia variedad de problemas de dolor persistente. Es un fenómeno global que está despertando una gran preocupación social debido, principalmente, a la gran crisis acontecida en EEUU. Si bien es cierto que en nuestro país contamos con múltiples diferencias que nos protegen de vivir una situación similar, sí se ha detectado un aumento significativo en el consumo y la prescripción de opioides. 

Pero, ¿son útiles realmente los opioides para el alivio del dolor crónico?

Dado que hablamos de un dolor que no cesa, el consumo de los opioides será mantenido a lo largo del tiempo. Este patrón de consumo genera tolerancia al fármaco, es decir, que para conseguir el mismo efecto se ha de aumentar la dosis. El aumento en la dosis y el consumo mantenido en el tiempo suelen generar lo que se conoce como hiperalgesia, que es una reacción paradójica caracterizada por una percepción intensificada de dolor. 

Todos estos factores, elevan de manera exponencial la probabilidad de hacer un mal uso del tratamiento farmacológico. El mal uso de opioides provoca:

  • Aumento de la sensación de dolor.
  • Problemas cardiorrespiratorios y otros problemas de salud.
  • Elevado riesgo de muerte por sobredosis accidental.
  • Aumento del malestar y los estados emocionales desagradables, ansiedad y depresión.
  • Pensamientos rumiativos sobre la amenaza que produce el dolor y la falta de recursos personales para afrontarlo. Tener estos pensamientos aumentan el deseo de consumo. 

Tradicionalmente, se pensaba que el deseo de consumir más medicación de la dosis pautada se debía a la esperanza de obtener un alivio del dolor. En estudios recientes se ha encontrado que el mal uso de opioides ciertamente se debe al deseo de suprimir los estados emocionales desagradables que provocan el dolor y los mismos opioides. Los pacientes lo consumen para evitar el propio malestar que la misma medicación les empeora.

En Eshmún Sport Clinic proponemos una intervención que se aleja del modelo de evitación para acercar a las personas a otras estrategias más adaptativas

Con un trabajo multidisciplinar integrado entre distintos profesionales como pueden ser desde la psicología, fisioterapia, nutrición, entrenamiento personal y podología, ayudamos a la persona a alejarse de las estrategias de miedo y evitación y acercarse a aquellas de afrontamiento adaptadas a sus necesidades y valores. Gracias a la educación en dolor, la persona es capaz de comprender los mecanismos que pueden estar interfiriendo en su proceso. Desde la fisioterapia la principal intervención consiste en una exposición gradual de la carga, que ayuda a salir del modelo de evitación del dolor respetando los tiempos y a una reorganización del esfuerzo de la persona hacia metas significativas en su vida. De la mano de la psicología reforzamos esta intervención gracias al modelo de Flexibilidad y Aceptación del dolor, es decir no intentar controlar o evitar el dolor, y a la revisión de la historia de dolor del paciente y a su estado cognitivo y emocional. Gracias a múltiples estudios, sabemos que estas intervenciones se asocian a:

  • Disminución en la sensación de dolor.
  • Disminución de las visitas médicas.
  • Menor consumo de fármacos. 
  • Mejor funcionamiento en el trabajo. 
  • Menor incapacidad debido al dolor. 
  • Menor malestar emocional. 

Si quieres conocer nuestra forma de trabajo, comenzar tu proceso de gestión del dolor o simplemente aprender sobre aquellos factores que modulan la sensación de dolor, no te pierdas el taller “ENTIENDE TU DOLOR” que impartiremos el próximo 12 de Enero a partir de las 19:00 en LA DIOSA MALAGA ( C/ de la Minilla 2) Dirigido y comunicado por la psicóloga Yermoné Hamparzoumian y el fisioterapeuta Alberto Cuevas ambos del equipo de @eshmunsportclinic.

Puedes inscribirte a través de:

  • Teléfonos: 952 200 04  / y (+34) 603 628 892
  • Email: info@eshmunsportclinic.com
  • En la recepción del departamento de Admon. de Eshmún Sport Clinic