¿Cuáles son los efectos del tabaco en nuestros músculos?

por Ernesto Díaz

Sí, el tabaco tiene efectos en nuestros músculos. Toma nota. En ocasiones, se le quita importancia al hecho de no tener hábitos de vida saludables. En personas fumadoras, puede ocurrir que no se sientan en forma, que a la hora de hacer esfuerzos les falta el aire, que a pesar de ser constantes entrenando no consigan mejorar su fuerza, velocidad, etc. o que les cueste más generar masa muscular, por poner algunos ejemplos. Seguro que todos conocemos algún caso, más o menos cercano.

Para la elaboración de este post se han analizado varios estudios científicos, además de consultar otros artículos más de carácter divulgativo. Analizando los resultados obtenidos, se ha comprobado que ya desde hace tiempo se han estudiado ampliamente los efectos agudos y crónicos que produce su consumo respecto a la función muscular, entre otros efectos nocivos para la salud (de sobra conocidos).

Efectos del humo de tabaco en nuestros músculos

No importa qué tipo de tabaco se consuma, todos son perjudiciales.

Algunos de estos cambios son (Petersen y cols, 2007):

  • Menor y más lenta síntesis proteica, hasta en un 50%.
  • Mayor riesgo de sarcopenia o de pérdida de fuerza muscular.
  • Peor funcionalidad durante las actividades de la vida diaria.
  • Daño e inflamación vascular
  • Aumenta la toxicidad celular
  • Inhibe el crecimiento y aumenta la degradación muscular.

Los músculos de fumadores se cansan antes

Por otro lado, se demostró que los músculos de fumadores se cansan más rápido que los de personas no fumadoras, independientemente de la cantidad diaria consumida, sobre todo en las piernas o miembros inferiores (Rob Wust y Cols, 2008).

El efecto del tabaco sobre los músculos es inmediato y, probablemente, consecuencia de una reducción en el suministro de oxígeno que llega a las fibras musculares. De igual modo, la vascularización de los tejidos se ve disminuida, es decir, dificulta el riego sanguíneo (Nogueira & Cols, 2018).

Otros estudios han demostrado que, sólo por el hecho de estar expuesto o en contacto con el humo (incluso en dosis bajas), se obtienen menores resultados en tests de fuerza de agarre de mano (Carrasco-Ríos y Cols, 2019).

“Los fumadores pasivos también pierden capacidad de fuerza.”

Por todo lo anterior, podemos afirmar que fumar perjudica al proceso de síntesis de proteínas, lo que se relaciona con la masa muscular, aumentando el deterioro de la misma. Esto hace que nuestros músculos sean menos funcionales y estén más débiles a la hora de realizar esfuerzos o actividad física, incluso cotidianas, de distinta intensidad. Afectará, de igual forma, al rendimiento deportivo y a la recuperación muscular post-esfuerzo. 

Hoy en día, es un hábito muy extendido, vemos a deportistas amateur o incluso profesionales, a veces a diario, practicar este hábito tan nocivo. Puede ser el motivo por el que, en algunos casos, a la hora de competir no se consigan los objetivos deseados, y si a ello le sumamos otros hábitos tóxicos (consumo de alcohol, falta de descanso, etc.) esto se podrá ver afectado en mayor medida.

Todas las fuentes consultadas coinciden en la necesidad de aumentar las intervenciones de Salud Pública para disminuir e incluso eliminar su consumo, al igual que la exposición al humo ajeno. Ello implicaría no sólo evitar problemas pulmonares y el riesgo de sufrir varios tipos de cáncer, entre otros, sino que también mejoraría en gran medida la capacidad de practicar actividades, esfuerzos o ejercicio físico, aumentando así nuestra calidad de vida.

Bibliografía:

2019 Dec 9;11(24):12674-12684. doi: 10.18632/aging.102594. Epub 2019 Dec 9

2022 Apr;56(3):244-252. doi: 10.1177/15385744211063054. Epub 2021 Dec 27

2024 Apr;15(2):646-659. doi: 10.1002/jcsm.13439. Epub 2024 Feb 9.

2024 Feb;154(2):86-96. doi: 10.1016/j.jphs.2023.12.010. Epub 2023 Dec 27.