por ELENA PAVÍA

Estamos llegando al verano, y comienza la gente a salir por el paseo marítimo y por las calles a todas las horas de luz que nos ofrece esta temporada, pero… debemos tener en cuenta algunos factores, entre ellos, como se comporta nuestra frecuencia cardiaca según la actividad física que practiquemos y las condiciones en la que lo hagamos.

 

¿De qué hablamos cuando nombramos la Frecuencia Cardiaca (FC)?

La FC se puede definir como el número de contracciones ventriculares por minuto efectuadas por el corazón, medida generalmente en latidos por minuto (lat·min-1) o pulsaciones por minuto (ppm) (Garatachea1 , 2002), o, más sencillamente, el número de latidos que el corazón realiza en un minuto, expresado generalmente en ppm (Kirkpatrick y Birnbaum, 1997). 

¿Qué es la Frecuencia Cardiaca Máxima ¿

Según Kent (2003), autor principal del Diccionario Oxford de Medicina y Ciencias del Deporte (DOMCD), FCmax “es el valor máximo de FC obtenible durante un esfuerzo supremo hasta el borde del agotamiento, es decir, durante un ejercicio máximo”.

¿De qué depende esta Frecuencia Cardiaca Máxima?

Temperatura y función cardiaca

La función optima del corazón depende mucho del control adecuado de la  temperatura corporal.

La fuerza contráctil del corazón con frecuencia se incrementa transitoriamente cuando hay un aumento moderado de la temperatura, como ocurre durante el ejercicio corporal, aunque una elevación prolongada de la temperatura agota los sistemas metabólicos del corazón y finalmente produce debilidad, provocando un ciclo del que es muy difícil salir .

Este ciclo comenzaría con una exposición de una alta Temperatura ambiental, que lleva a un aumento de temperatura corporal, seguido de deshidratación si no se controla, que acompaña a una elevación de hasta 12 pulsaciones según va aumentando la Tº acabando en un agotamiento y necesidad de parar el entrenamiento .

Por tanto, la función óptima del corazón depende mucho del control adecuado de la temperatura corporal.

Pese a los objetivos que nos planteemos, siempre deberemos entrenar a una óptima condición ambiental para que tenga las minimas repercusiones a nivel interno. Qué podríamos hacer por nosotros mismos para obtener un entrenamiento eficiente?

 

  1. REALIZA ACTIVIDAD FÍSICA EN LAS HORAS MENOS CALUROSAS.
  2. SI TU HORA DE ENTRENAMIENTO TIENE UNA ALTA Tª AMBIENTAL, ASEGÚRATE DE HIDRATARTE CADA 20’ APROX., AUNQUE TU DEPORTE A PRACTICAR SEA EN MEDIO ACUÁTICO
  3. SI TIENES TENDENCIA A LA SUDORACIÓN, LLÉVATE UNA BEBIDA ISOTÓNICA, QUE CONTENGA AGUA Y SEA ALTA EN SALES MINERALES. Puedes elaborarla en casa con una base de agua, 1 cucharadita de bicarbonato sódico, 1 cucharadita de sal y zumo de ½ limón.
  4. NO TE SOBREABRIGUES. UTILIZA PRENDAS TRANSPIRABLES SIEMPRE Y DE COLOR CLARO. NO QUEMARÁS MAS CALORÍAS SI TE ABRIGAS MÁS, CON MENOS CAPAS RENDIRÁS MEJOR Y DURANTE MAS TIEMPO.
  5. ENTRENA CON PULSÓMETRO, SERÁ UN BUEN GUÍA DE CUANDO BAJAR DE INTENSIDAD, TUS SENSACIONES PUEDEN NO CORRESPONDER CON LA REALIDAD. Y Recuerda, es normal que estés con 5-10 pulsaciones mas si la temperatura exterior es elevada.
  6. ATIENDE A LAS SEÑALES DE TU CUERPO: SI SIENTES MAREO, CALAMBRES, DOLOR DE CABEZA, LIPOTIMIA, CONTRACTURAS, AGOTAMIENTO… DEBERÁS PARAR DE ENTRENAR
  7. UTILIZA GORRA Y PROTECCIÓN SOLAR RESISTENTE AL SUDOR
  8. SI ESTÁS EMBARAZADA, TEN EN CUENTA QUE NO DEBES ENTRENAR EN UN ENTORNO POR ENCIMA DE 38º. MANTENTE HIDRATADA.

Disfruta del verano y de sus largas horas de luz para realizar ejercicio al aire libre.

¡Moverse da vida!

 

Elena Pavía
Lcda. Ciencias Actividad Física y el Deporte