por Manuel García Sillero

Desde @uniones queremos reflexionar hoy, en este día dedicado al cáncer de mama, sobre la actualidad de la patología, su tratamiento, y, sobre lo que los profesionales del ejercicio y la salud podemos aportar a los pacientes.

A través de nuestra colaboración con La Fundación UAPO, y con muchos pacientes de forma individual, en Eshmún Sport Clinic , venimos tratando desde hace años a muchas mujeres con este problema. 

El cáncer de mama es el cáncer invasivo más diagnosticado entre las mujeres a nivel mundial, siendo la primera causa de muerte relacionada con el cáncer en el sexo femenino (1). Se han identificado muchos factores de riesgo, principalmente relacionados con las hormonas, y estas asociaciones pueden variar según el subtipo de cáncer de mama. La supervivencia ha aumentado en las últimas décadas, con la introducción de los programas de cribado a través de mamografía y la mejora de los tratamientos.

Figura 1. Tasas mundiales de incidencia de cáncer de mama femenino estandarizadas por edad (20 a 84 años). Fuente de datos: GLOBOCAN, 2018; (IARC - http://gco.iarc.fr/today), Organización Mundial de la Salud.

En la actualidad representa el 25% de los nuevos casos de cáncer en mujeres a nivel mundial, con una estimación de 2.088.849 cánceres de mama femeninos en todo el mundo en 2018 (46,3/100.000 mujeres) (2)

Investigación y ejercicio

Que la investigación en este ámbito no para de crecer es un hecho. Introduciendo los términos “breast cancer AND exercise” en PubMed, podemos ver creciente volumen de estudios al respecto en los últimos años.

Figura 2. Número de resultados con los términos “breast cancer AND exercise” (PubMed 10 de octubre de 2022)

En este sentido, uno de los aspectos que está siendo más estudiado en los últimos tiempos es la fatiga relacionada con el cáncer, un enorme problema para una proporción significativa de supervivientes de cáncer durante y después del tratamiento activo del cáncer. Sin embargo, esta fatiga está infradiagnosticada y poco tratada. Según el nivel de evidencia actual, el ejercicio pasa por ser más eficaz para prevenir o mejorar esta situación durante las fases activa y posterior al tratamiento (3).

Aproximadamente entre el 40% y el 80% de las pacientes con cáncer que reciben tratamiento activo sufren estos síntomas. El ejercicio mejora la calidad de vida en general; sin embargo, no se conocen bien los efectos específicos de las modalidades de entrenamiento. Los ejercicios de gran volumen son seguros y eficaces para mejorar este parámetro, pero siguen siendo, poco prescritos y poco utilizados en general. 

El número de personas que viven con los efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama (p. ej., pérdida de masa y fuerza muscular, movilidad y discapacidad de las extremidades superiores, linfedema, toxicidad cardíaca y reducción de la calidad de vida) aumenta cada año. 

Figura 3. Tumores más frecuentemente diagnosticados en el mundo. Estimación para el año 2022, ambos sexos (excluidos tumores cutáneos no melanoma).Fuente GLOBOCAN 2020 Gráfico: Global Cancer Observatory (http://gco.iarc.fr/) © International Agency for Research on Cancer 2022

Ante estos datos a nivel global, cabe preguntar si en nuestro entorno cercano, vamos en la dirección correcta.

Figura 4. Evolución temporal de las tasas de la incidencia global de cáncer (excluidos los cutáneos no melanoma) y de los cánceres más frecuentes en mujeres en España entre los años 2003 y 2021. (Fuente: www.seom.org)

Las consecuencias de estos datos, pueden mejorarse mediante el ejercicio, especialmente combinando el entrenamiento de resistencia y el aeróbico. Estudios anteriores sobre el ejercicio no han sido consistentes en la aplicación de los principios de entrenamiento y la presentación de informes estandarizados, y esto explica en parte la variabilidad de los resultados obtenidos. 

En los últimos tiempos, nuevas modalidades de tratamiento, como el ejercicio en casa supervisado combinando trabajo aeróbico y de fuerza (4). Estas propuestas han mostrado mejoras, no solo en la fuerza y la aptitud cardio respiratoria, sino también en la movilidad y la discapacidad de las articulaciones superiores, la calidad de vida relacionada con la salud, la fatiga relacionada con el cáncer, la depresión, la satisfacción vital y la presencia de linfedema, en tan solo 12 semanas de trabajo.

Con esto queremos mostrar, las bondades del ejercicio, algo que nos es nuevo, y es sabido por muchos profesionales. Entonces, ¿cuál es el problema? Como bien saben muchos profesionales y pacientes, y como también nos muestra la evidencia científica, es que no existe una dosis de  ejercicio general para cada paciente (5).

Figura 5. Adaptado de Adam SC et al.
Figura 5. Adaptado de Adam SC et al.

Por ello, desde UNIONES y La Fundación UAPO, abordamos ese problema de implementación, con un modelo de trabajo interdisciplinar al servicio del paciente, tratando de encontrar su programa y su dosis de ejercicio más idónea. 

¿Cómo?

Paso 1: Valoración individual desde el ámbito de la fisioterapia y condición física. 

Paso 2: Asignación de grupo de nivel de entrenamiento en función de los resultados de la valoración individual, la historia médica y la situación personal.

Paso 3: Abordaje integral desde el servicio de nutrición individual y, si fuera necesario, desde la psicología.

Paso 4: Reevaluaciones

No todas las pacientes son iguales, no todos los abordajes deberían ser iguales. Hoy es buen día, para recordar los múltiples beneficios del ejercicio para los pacientes, pero también, para que los profesionales sigamos buscando, a través de la formación de equipos de trabajo interdisciplinares, soluciones individuales a cada paciente. 

Bibliografía:

1. Houghton SC, Hankinson SE. Cancer Progress and Priorities Cancer Progress and Priorities: Breast Cancer. [cited 2022 Oct 10]; Available from: http://aacrjournals.org/cebp/article-pdf/30/5/822/3100890/822.pdf

2. Siegel RL, Miller KD JA. Cancer Statistics, 2019. Cancer Stat. 2019;69(1):7–34. 

3. Meneses-Echávez JF, González-Jiménez E, Ramírez-Vélez R. Effects of supervised exercise on cancer-related fatigue in breast cancer survivors: a systematic review and meta-analysis. 2015; 

4. Soriano-Maldonado A, Carrera-Ruiz Á, Díez-Fernández DM, Esteban-Simón A, Maldonado-Quesada M, Moreno-Poza N, et al. Effects of a 12-week resistance and aerobic exercise program on muscular strength and quality of life in breast cancer survivors: Study protocol for the EFICAN randomized controlled trial. Medicine (Baltimore). 2019;98(44):e17625. 

5. Adams SC, Iyengar NM, Scott JM, Jones LW. Exercise Implementation in Oncology: One Size Does Not Fit All. J Clin Oncol [Internet]. 2018 Mar 20;36(9):925–6. Available from: http://ascopubs.org/doi/10.1200/JCO.2017.76.2906