por Michal Tomaszewski

Existen más de 200 tipos de cáncer clasificados de diferentes maneras; por su ubicación en el cuerpo, en función de la localización del tejido afectado (carcinoma, sarcoma, mieloma múltiple, leucemia, linfoma y los de tipo mixto o raros), según su grado, estadio o etapa. Por otro lado, estarían los diferentes tipos de tratamientos existentes; quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, cirugía, terapia dirigida, hormonoterapia, trasplante o la combinación de varios de ellos. 

Ademas de de todas estas diferencias, debemos tener en cuentas las características personales, como el historial deportivo, de lesiones y por supuesto la respuesta al tratamiento. Ya que van a ser determinantes para elegir el tipo de entrenamiento, así como la dosis de ejercicio para que esta sea efectiva.

Cualquier tipo de recomendación genérica que sea valida para todas las personas con los diferentes tipos de cáncer no es lo habitual, o al menos que este avalado por la comunidad científica. Por ello si encontramos una recomendación unánime y rotunda desde hace ya varios años sobre la práctica de ejercicio físico como nos ofrecen las guías internacionales (Campbell et all. 2019) no debemos pasarlas por alto.

Coincidiendo todas ellas en que el ejercicio debe estar presente en el continuo del paciente con cáncer por el bien de su supervivencia y calidad de vida con una dosis mínima avalada por la prestigiosa revista científica Lancet en 2018,recomendando elejercicio físico basado en entrenamiento con orientación neuromuscular y el objetivo de mejorar la fuerza y cantidad muscular, así como actividad física de tipo metabólico, tanto de tipo moderados como vigorosa, con el propósito de aumentar la capacidad cardiorrespiratoria afectada por los tratamientos y el sedentarismo así como  producir un  estrés metabólico para luchar contra las células cancerosas. 

Sin embargo, los entrenadores especializados debemos tener claro que el objetivo principal de cualquier programa de ejercicio es la adherencia. Sin la práctica y la constancia, hasta el mejor programa de 8 semanas de entrenamiento, va a tener peores resultados que un programa con una dosis menor pero con una continuidad que tenga un plazo de años

El ejercicio como en su propia definición indica, debe ser individualizado. Las recomendaciones y guías internacionales no dejan de ser una referencia, como la que nos indica el GPS para llegar a un destino, sin considerar que nos podemos encontrar con imprevistos como obras o tráfico. 

Para que os podáis hacer una idea, a lo largo de la historia, diferentes ambitos de científicos han experimentado con gemelos, así pues en 1994 encontramos un estudio  que compara los mismos protocolos de ingesta calórica y programas de ejercicio en gemelos, con componente genético prácticamente idéntico, observando diferentes resultados incluso encontrando que unos eran más respondedores (concepto científico que hace referencia a la obtención de resultados significativos ante una intervención), otros a los diferentes tipos de entrenamiento, mientras que, las preferencias y los gustos deportivos podrían ser más similares (algo a siempre a tener en cuenta a la hora de generar adherencia).

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El articulo, Exercise: One size does not fit all (2020) precisamente revisa el análisis mencionado antes de Thomas, H. J et al., 2020, criticando el resultado sobre los respondedores o no respondedores, aludiendo que el resultado se debe a la dosis de ejercicio en función de su volumen e intensidad relacionados con los factores de salud y condición física, más allá de los marcadores genéticos, pueden ser más determinantes en el hecho de que una persona sea más o menos respondedora a un estímulo de una modalidad de ejercicio u otra. Ya que, todas las personas son respondedoras al ejercicio, tan solo necesitan ajustar la dosis de este a sus condiciones. Alusión a la que los autores Thomas, H. J., et al respondieron amablemente asumiendo que hay muchas variables que no se han tenido en cuenta y que definitivamente la población del siglo 21 es la más sedentaria de la historia de la humanidad y que la actividad física y el ejercicio es la mayor inversión posible para la salud global.

Por consiguiente, la necesidad de individualizar el ejercicio es fundamental si queremos aprovechar todos sus beneficios, mientras que las actividades grupales y clases colectivas incluso, en grupos reducidos, no consideramos que tengan las características para cumplir con las recomendaciones mínimas establecidas por las guías internacionales.

Si tuvieras delante de ti a dos personas con la siguiente información (datos ficticios)…  ¿sabrías identificar cuál es la sana y cuál padece una enfermedad?, ¿Cuál de las dos con estos parámetros tiene mayor riesgo de mortalidad? ¿La dosis de ejercicio debe ser la misma? 

Vamos a analizar:

  • Mujer  45 años. Valores glucosa en ayunas, 180 mg/dl, tensión arterial 135-90, cHDL 35 mg/dl, cLDL 105 mg/dl, uso habitual de fármacos para dormir y ocasionalmente para el dolor de espalda, fuma habitualmente de 5-6 cigarrillos diarios.

 

  • Mientras que la otra mujer de 48 años, ayunas 135 mg/dl, tensión arterial 120-80, cHDL 40, cLDL 100, toma melatonina habitualmente, CBD y se suplementa con aislado de proteína y creatina, no fuma.
 

Mujer 45 años

Mujer 48 años

% Grasa

28

30

Handgrip

32

28

30”  STST

20

19

6´ MWT

550

557

*Handgrip: dinamometria manual. 30” STST: Sit to Stand Test. 6´MWT: Six Minute Walk Test

Sin embargo, la primera de ellas tiene cáncer de mama HER2 positivo que ha recibido quimioterapia con trastuzumab, posteriormente cirugía con extirpación de ganglios linfáticos, pasando posteriormente por sesiones de otros 6 ciclos de quimioterapia y posterior radioterapia, actualmente tomando inhibidor de aromatasa (tamoxifeno).

Por ello, hasta que no recibimos la suficiente información y analizamos a fondo las condiciones actuales y el historial deportivo, de lesiones, antecedentes familiares, así como, el entorno que rodea a la persona (si recibe suficiente apoyo, dispone de medios, motivación etc) va a ser determinante para que los resultados del programa de entrenamiento sean significativos. Variables difícilmente de controlar y unificar en los grupos de investigación. Finalizaremos este post parafraseando al gran investigador en el campo de la fisiología del ejercicio y cáncer como es el  Dr. Alejandro Lucia “En el ejercicio hay un efecto dosis respuesta. Obviamente hay que hacer todo con sentido común (…) Pero, en general, cuanto más mejor.”

Referencias

Campbell KL, Winters-Stone KM, Wiskemann J, May AM, Schwartz AL, Courneya KS, Zucker DS, Matthews CE, Ligibel JA, Gerber LH, Morris GS, Patel AV, Hue TF, Perna FM, Schmitz KH. Exercise Guidelines for Cancer Survivors: Consensus Statement from International Multidisciplinary Roundtable. Med Sci Sports Exerc. 2019 Nov;51(11):2375-2390. doi: 10.1249/MSS.0000000000002116. PMID: 31626055; PMCID: PMC8576825.

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Bouchard, C., Tremblay, A., Després, J. P., Thériault, G., Nadeau, A., Lupien, P. J., Moorjani, S., Prudhomme, D., & Fournier, G. (1994). The response to exercise with constant energy intake in identical twins. Obesity research2(5), 400–410.

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Hayes SC, Spence RR, Galvao DA, Newton RU. Australian Association for Exercise and Sport Science position stand: optimising cáncer outcomes through exercise. J Sci Med Sport 2009; 12: 428–34.

Huppertz, C., Bartels, M., Jansen, I. E., Boomsma, D. I., Willemsen, G., de Moor, M. H., & de Geus, E. J. (2014). A twin-sibling study on the relationship between exercise attitudes and exercise behavior. Behavior genetics44(1), 45–55. https://doi.org/10.1007/s10519-013-9617-7

Thomas, H. J., Marsh, C. E., Maslen, B. A., Scurrah, K. J., Naylor, L. H., & Green, D. J. (2021). Studies of Twin Responses to Understand Exercise Therapy (STRUETH): Body Composition. Medicine and science in sports and exercise53(1), 58–67.

Tsuji, K., Matsuoka, Y.J. & Ochi, E. High-intensity interval training in breast cancer survivors: a systematic review. BMC Cancer 21, 184 (2021). https://doi.org/10.1186/s12885-021-07804-w

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